Numerosos cambios, tanto a nivel físico como emocional, son experimentados por las mujeres a lo largo del período de gestación, cuando el organismo se pone en marcha para brindarle todo lo necesario a la nueva vida que se crea. Los cambios hormonales son algunos de los más importantes dentro del proceso de la dulce espera.
Dependiendo de cada mujer y de la etapa de gestación en la que se encuentre, el cabello puede lucir más brillante y fuerte o, por el contrario, opaco y frágil. Algunas mujeres, incluso, afirman que notan cambios en el color o perciben un crecimiento más rápido.
“Hormonas como la progesterona, los estrógenos e incluso la hormona tiroidea aumentan significativamente durante el embarazo. Asimismo, en el posparto, posterior al retiro de la placenta, los niveles de estas hormonas caen abruptamente (progesterona y estrógenos), alcanzando niveles normales en 2 o 4 días. Los cambios en el ciclo del pelo, incluyen un aumento de la fase de crecimiento (anágena)”, afirma la Dra. Carolina Fajardo, médica cirujana de la Universidad Nacional de Colombia y dermatóloga de la Universidad del Valle.
Las hormonas placentarias, encargadas de brindar nutrición al feto y contribuir a la estimulación de las glándulas mamarias, anticipándose a la lactancia, contribuyen a la alteración del folículo piloso (donde nace cada cabello) en la madre.
“En el embarazo, algunas condiciones o enfermedades del cuero cabelludo pueden empeorar por el influjo hormonal, haciendo que el pelo tenga residuos de descamación o aumento de la producción de grasa, entre otros, por lo tanto, productos como el champú, no solo brindan limpieza, sino que acondicionan la fibra capilar y, de acuerdo a las necesidades del paciente, contienen ingredientes activos que sirven de tratamiento”, comenta la Dra. Fajardo.
De igual manera, la experta indica que se recomienda “el uso de champú con pH ácido, para no incrementar la carga eléctrica negativa que normalmente tiene el pelo. El uso de acondicionador ayuda a mejorar la estática, ya que aplana la cutícula de cada fibra y reduce la fricción entre ellas, aumentando así la reflectividad de la luz, dando al pelo un aspecto brillante y sedoso, por lo tanto, se recomienda incluirlo en la rutina diaria”.
Otras recomendaciones que ayudan al cuidado del cabello y que se pueden tener en cuenta son: evitar el uso de planchas, secadores y ciertos peinados que puedan apretar o estirar el cabello, ocasionando que se debilite.
“Es importante contar con una alimentación rica en frutas y verduras; recordar que nuestra salud empieza desde adentro y se refleja afuera. El uso de algunos tratamientos tópicos, como champús o sueros, deben estar siempre avalados por el dermatólogo, pues existen productos que están contraindicados durante el embarazo y la lactancia”, expresa Fajardo.
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