Aunque cada gato tiene su propio carácter, en general, estos animales son sociables y cariñosos. Aun así, determinadas situaciones les puede generar estrés. Descubrir qué causa su nerviosismo es un primer paso para conseguir que el miedo de tu felino desaparezca.
El médico veterinario y docente de la Universidad Nacional, Carlos Hincapié, dice que existen diferentes escenarios que pueden acabar con la tranquilidad de tu gato. “Puede ser un ruido que le resulta extraño y desagradable, la presencia de personas desconocidas o de otro animal, por ejemplo, un perro”, comenta el especialista.
Saber qué hacer cuando tu gato está alterado, es clave para que evites accidentes como rasguños o mordeduras, sobre todo en los niños, quienes suelen ser muy efusivos con estos ‘peluditos’. Por ello, es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
– Respeta su espacio: “Los gatos son seres autónomos que buscan a las personas solo en determinados momentos: cuando necesitan alimento, cuando están enfermos o cuando quieren afecto; de lo contrario, prefieren estar en lugares apartados, durmiendo o descansando. Cuando sienten afectado su espacio, empiezan a manifestar señales de incomodidad”, asegura el doctor Hincapié.
– Evita ruidos fuertes y los movimientos bruscos: estos pueden alterar su tranquilidad. Lo ideal es ser lo más delicado y relajado posible, y manipularlo solo si el gato lo permite.
– Valora la condición de salud del animal: en algunas ocasiones, cuando el animal está enfermo no tolera bien la manipulación o las caricias físicas.
– Cuida tus emociones negativas: los gatos son animales muy perceptivos, por este motivo, evita acercarte a él si estás estresado, angustiado o nervioso.
Finalmente, el veterinario recomienda algunos productos que ayudan a manejar el estrés de estos animales. “Actualmente, en el mercado existen esencias, aceites y feromonas que son excelentes herramientas para el manejo del estrés en este tipo de mascotas”.
Si el problema permanece, debes consultar con un médico veterinario etólogo para analizar y tratar el problema de comportamiento de tu gato.
Para tener en cuenta:
Estas son algunas señales físicas que indican que tu gato está estresado:
- Aplana las orejas contra la cabeza o las dispone hacia atrás
- Pega los bigotes a la cara
- Tiene el pelo erizado
- Se pone en posición de defensa: ligeramente encorvado
- Mirada fija
- Cola levantada ligeramente, con movimientos leves
- Maullidos constantes.