En el marco del Día Internacional de la Mujer Emprendedora, celebramos la valentía y el impacto positivo que las mujeres emprendedoras tienen en el mundo de los negocios. Este día especial nos brinda la oportunidad de destacar historias inspiradoras, como la de Cristina García, dueña de Mattox Andalucía, quien tomó la arriesgada decisión de renunciar a la seguridad de su empleo de toda la vida para aventurarse en el mundo del emprendimiento.
El mayor miedo: la Incertidumbre del éxito
Cristina García, con una carrera consolidada en una empresa donde había trabajado casi toda su vida, enfrentó el desafío de dejar atrás la comodidad y la estabilidad laboral para seguir su sueño emprendedor.
Al preguntarle sobre su mayor miedo al iniciar su propio negocio, Cristina no dudó en señalar la incertidumbre que rodea al emprendimiento. «Mi mayor miedo fue salirme de trabajar para ser independiente y que el negocio no prosperara, que no vendiera», explicó. Esta preocupación es compartida por muchos emprendedores que enfrentan el temor a lo desconocido, a la posibilidad de fracaso y a la carga de la responsabilidad total sobre el éxito de su empresa.
Sin embargo, Cristina destaca que el miedo es una constante en el mundo del emprendimiento. «El miedo siempre está presente, especialmente cuando realizo pedidos y pienso que la mercancía se me va a quedar. Son muchas las inseguridades cuando uno está emprendiendo: el capital, el tiempo, la rentabilidad», revela. La transición de tener quincenas seguras trabajando para una empresa a asumir todos los riesgos como emprendedora es un cambio significativo que no todas las personas están dispuestas a enfrentar.
El valor de arriesgar por un sueño
A pesar de las inseguridades, Cristina decidió arriesgarse y fundar Mattox Andalucía, emprendimiento que lleva más de un año funcionando. Este paso audaz no solo marcó el comienzo de su viaje empresarial, sino que también representa la resiliencia y la determinación que caracterizan a muchas mujeres emprendedoras.
El Día Internacional de la Mujer Emprendedora es una oportunidad para reconocer y celebrar el papel crucial de mujeres como Cristina, cuyas historias iluminan el camino para futuras generaciones de emprendedoras. Que su valentía inspire a muchas más a romper barreras, superar miedos y perseguir sus metas con la confianza de que el emprendimiento femenino es una fuerza poderosa que transforma no solo vidas individuales, sino también comunidades y sociedades enteras.