Día Internacional de los Abuelos

Día Internacional de los Abuelos

Confidentes, amigos, consejeros y hasta alcahuetas. La lista de adjetivos para describir a nuestros abuelos puede ser infinita. Las palabras pueden quedarse cortas, pero nunca el amor hacia ellos. ¡Hónralos hoy en su día!

CULTURA Y EVENTOS
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Siempre tienen las palabras perfectas para el momento adecuado. En las situaciones donde no queremos escuchar nada, y solo desahogarnos, su silencio nos abraza y su mirada nos comunica que todo va a estar bien.

Escuchar sus anécdotas, recuerdos e historias heroicas nos endulzaban los oídos y nos ponían a soñar, aún estando despiertos. El papel de un abuelo o abuela en la formación de un niño definitivamente es muy importante. “Los abuelos llegan a la vida del bebé, no para hacer de ley ni de norma. Muestran que el amor es conciliador, es más blandito, un amor que tiene la capacidad de organizar, pero ya dejó a un lado la noción de castigo o de la consecuencia”, explica la psicóloga del Centro de Atención Psicológica Integral “Acompáñame”, Isabella Echeverry.

Por ello, en algunas ocasiones se suele pensar que los abuelos “malcrían” a los nietos, pero la realidad es que no tienen esa intención, sino que su interpretación del amor hacia el menor es más desde el disfrute y no existe tanta evaluación de las consecuencias de la manera de amar.

“Ellos son guía, participan en la crianza, brindan diferentes pautas. Viven el reto de respetar la manera en que sus hijos eligen ser padres”, señala Isabella. Su imagen y apariencia denotan respeto y autoridad pero, a la vez, ternura, comprensión y sabiduría. Para la psicóloga, la figura del abuelo es ambivalente, porque esa misma persona que tiene arrugas es quien puede jugar conmigo como si fuera un niño.

Es ese mismo recorrido y experiencia de la vida lo que les permite a estos seres maravillosos entender que ya en su etapa no existe ningún afán, y que están abiertos y dispuestos a recibir todo el amor que se les pueda brindar, más allá de dar y entregar a los demás.

En conclusión, los abuelos son un tesoro lleno de amor, tranquilidad, paz y muchísimos saberes. Por eso, a tu abuelos, “abu”, “nona” o como quiera que les llames, llénalos de besos y abrazos a diario. Tómate el tiempo de sentarte y hablar con él o ella, escúchale, pregúntale, y sumérjanse siempre en risas y miradas cómplices, que fortalezcan ese vínculo hasta volverlo inquebrantable.

¡Abuelos, gracias y mil gracias por su presencia en nuestras vidas!

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