Todo producto tiene una vida útil, y la ropa no es la excepción. Sin embargo, su ciclo depende de factores como el lavado, secado, planchado, arreglos y cuidados, lo que hará que su vida aumente o disminuya, de acuerdo al material y uso que se le dé.
Pero, en muchas ocasiones, no sabemos cuál es el momento indicado para cambiar una prenda; por eso, en Lazos Delagente, con la asesoría de Ana Jiménez, country manager de la plataforma de moda GoTrendier, queremos ayudarte para que sepas cuándo se debe cambiar esa ropa que tanto te gusta y por qué debemos reemplazarla.
Lo primero es tener claro que cuando compramos una prenda existen dos factores que priman en cuanto a su ciclo: el mantenimiento y uso.
Mantenimiento:
“El lavado, secado, planchado y arreglos son indispensables para que una prenda se mantenga en óptimas condiciones. Es por esto que se debe cumplir con las recomendaciones que aparecen en la etiqueta de las prendas, para que estas alcancen su vida útil estimada”, explica la experta.
Utilización:
“Este aspecto tiene que ver con el tiempo de uso que se da a las prendas. Si estas son utilizadas y reutilizadas una mayor cantidad de veces, el impacto que tiene en el medioambiente es menor, por lo cual, es importante combinarlas de diversas formas y estilos”, recomienda Ana Jiménez.
Otros aspectos a tener en cuenta son:
Vida útil:
“Cada una de las prendas tiene una vida útil promedio de dos (2) años. Pero todo dependerá del uso que les demos y de su correcto cuidado. Asimismo, es necesario recalcar que estas se deben dejar de usar cuando ya no estén en buen estado, pierden elasticidad y el color esté desgastado”, comenta la especialista en moda.
Para los conocedores del este tema, el ciclo de vida útil de una prenda no necesariamente termina cuando ya no se hace uso de ella. Al contrario, si la prenda está en buen estado, se puede revender, regalar o donar. Este punto es importante, dado que propone una alternativa al modelo actual de producción y consumo de la moda, donde la ropa se produce, se usa y se tira a la basura, hacia un modelo más circular.
Tiempo de degradación o descomposición:
Muchas veces no sabemos cuál es el tiempo para que un vestido, camiseta o pantalón se puedan degradar, esto depende del material con el que se haya confeccionado. “Si hablamos de una prenda con fibras orgánicas, la viscosa se degrada en pocas semanas: el algodón y el lino se descomponen en un período de seis (6) meses aproximadamente, la lana entre uno (1) y cinco (5) años, y la seda tarda entre uno (1) y tres (3) años. Si hablamos de fibras sintéticas, la lycra y el polyester pueden tardar de 20 a 200 años en descomponerse, y el nylon entre 30 y 40 años”, explica la manager de GoTrendier.
La experta agrega que aquí “juega un papel fundamental el impacto ambiental, ya que el tiempo que demoran las prendas en descomponerse, hacen que se liberen gases tóxicos capaces de dañar el ambiente, y contaminar el suelo y el agua”.
¿Qué debemos hacer cuando ya no nos gusta nuestra ropa?:
Si ya no nos gusta y está en buen estado, no debemos tirarla a la basura. En ese caso podemos optar por regalarla, donarla o venderla; y, para no caer en la moda rápida por querer sustituir prendas, buscar formas de consumo más responsables, como la compra de moda de segunda mano.
“Se puede estar a la moda gastando menos, y sobre todo sin generar más daño ambiental del que ya se ha hecho. Comprando de segunda mano se alarga la vida de la ropa, cambiándolas de manos y, además, se ahorra hasta un 80% de la huella de carbono de cada prenda”, puntualiza Jiménez.
Ante este panorama, depende de nosotros mismos el cuidado de nuestra ropa, para que esta dure más en un estado óptimo y no se dañe antes de tiempo. Debemos tener mayor conciencia y aprender que nuestras prendas duran según como las tratemos.