Para muchas personas, el yoga es sinónimo de meditación, buena respiración, concentración, estiramientos musculares y otros movimientos de relajación asociados a esta práctica que cada vez cuenta con más adeptos.
Sin embargo, existe otra variante de esta disciplina que puede ser muy beneficiosa, se trata del yoga facial, que consiste en realizar una serie de ejercicios enfocados en el cuello y en el rostro que ayudan, con unos sencillos movimientos, a tonificar los músculos de la zona, a reducir la presencia de signos de la edad y a lucir radiante.
Una de las grandes expertas en esta técnica es la japonesa Izumi Forasté Onuma, quien publicó el libro “El secreto japonés del yoga facial”. En el texto la especialista explica que el yoga facial “se puede parecer a unos ejercicios de estiramiento, pero la clave está en estirar y relajar”.
Izumi Forasté agrega en su libro que los ejercicios que realizamos al practicar yoga facial “ayudan a desinflamar, gracias a que se activa la circulación y el drenaje. Todo ello también contribuye a reducir la flacidez. También tiene un efecto tensor con lo que, con el tiempo, se marcará más el contorno de la cara. Por último, estimula la producción de colágeno, con lo que nuestro rostro se verá más luminoso y más sano”.
La experta en yoga facial insiste en que esta técnica se puede empezar a practicar a cualquier edad, así como cualquier momento es bueno para hacer ejercicio.
En Lazos Delagente compartiremos tres ejercicios de yoga facial, con los que empezarás a notar cambios positivos en tu rostro. El objetivo es realizarlos cinco veces por semana.
– Para las arrugas en la frente
Sujeta la frente con ambas manos para que no se formen arrugas. Coloca los meñiques por encima de las cejas y abre los ojos bien grandes durante dos segundos. Si notas que la frente se arruga, presiona ligeramente hacia abajo con el anular y el meñique. Al abrir los ojos, trata de crear una expansión en todas las direcciones. Imagina que quieres llevar el globo ocular hacia delante.
– Para las arrugas en los costados de los ojos y párpados inferiores
Con la vista al frente y el rostro relajado, lleva la mirada hacia arriba. A continuación, activa la zona del párpado inferior, llévalo hacia arriba y mantenlo justo en el punto antes de que se le cierren los ojos. Aguanta este movimiento durante cinco segundos. Si notas un temblor en el párpado inferior, es señal de que se está fortaleciendo la musculatura.
– Pómulos rejuvenecidos
Sin mover el cuello, se deben mover los labios, mandíbula y toda la estructura facial hacia un mismo lado -izquierda o derecha- y se debe utilizar una mano para estirar también la mejilla. Hay que mantenerse en esta posición unos 10 segundos y repetir el ejercicio 5 veces en ambos lados del rostro. Con la realización de este movimiento de forma regular, se puede mejorar la elasticidad de la piel de esta zona de la cara.