“¿Puedo hacer ejercicio con gripa?”; “¿Es mejor reposar y quedarme en casa?”; “¿Puedo poner en riesgo mi salud?”, estas preguntas son muy comunes en las personas que quieren tener actividad física cuando están indispuestas. No hay duda que entrenar de forma regular es muy recomendable, porque aporta numerosos beneficios a nuestra salud; pero, cuando sufrimos alguna enfermedad como la gripa, ¿debemos evitar realizar deporte?
“Si presentas malestar general, cansancio, dolor de cabeza, fiebre, secreción nasal o tos intensa, no se recomienda realizar ejercicio, pues los síntomas podrían agravarse y tu cuerpo tardaría más en recuperarse. Lo ideal es descansar para acelerar la recuperación”, asegura Carlos Rentería, médico deportólogo de la Clínica Reina Sofía.
El experto agrega que entrenar con una gripa fuerte “modifica el patrón respiratorio de la persona y la actividad muscular, por lo tanto, habrá una reducción del rendimiento físico y un riesgo de empeoramiento del proceso de recuperación y de su salud”.
Entre tanto, el doctor Rentería explica que en caso de que los síntomas sean leves y “cuentes solo con algo de mucosidad, estornudos o congestión nasal, puedes realizar ejercicio con una intensidad moderada. Si crees que eres capaz de realizar un esfuerzo físico sin comprometer tu salud, entonces podrás hacer deporte”, reitera el deportólogo.
Determinar si estás bien para ejercitarte, en última instancia depende de cómo te sientas. Si no estás seguro si debes hacer deporte, consulta a tu médico.
Si te sientes en condiciones para quemar algunas calorías, el especialista recomienda optar por actividades cardiovasculares de baja intensidad. “Puedes ejercitarte caminando durante 30 minutos, corriendo a ritmo medio, montando bicicleta, patinando o nadando, pero recuerda que esforzarte demasiado mientras te encuentras enfermo, puede ser contraproducente, generando fatiga e impidiendo que tu cuerpo se recupere con la rapidez que deseas”, puntualiza el doctor.