La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir menos de 5 gramos de sal por día, sin embargo, la mayoría de los alimentos que consumimos se encuentra en los 9,7 gramos, aproximadamente, casi el doble de lo recomendado para cuidar nuestra salud. Todo esto se debe al incremento en el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados que solemos tener en nuestras dietas.
De acuerdo a estudios realizados por la OMS, más del 45% de infartos de miocardio e ictus cerebrales están relacionados con la hipertensión arterial, ya que su principal causa es la ingesta excesiva de sal. Asimismo, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), indicó que si las personas se proponen a reducir el consumo de sal al menos a la mitad, “podrían evitar miles de muertes cada año por isquemia cerebral e infartos”.
En Lazos Delagente consultamos al nutricionista Javier López, quien nos compartió algunos consejos muy prácticos para que puedas reducir la cantidad de sal en tus alimentos. “Aunque sabemos que no es fácil, las personas pueden comenzar a modificar sus hábitos, logrando disminuir este condimento”, explica el experto. ¡Acompáñanos!
- Sazona tus comidas con hierbas aromáticas y especias, de esta manera, no notarás la falta de sal, porque estos ingredientes les dan un toque especial.
- Cocina los alimentos al vapor, de esta manera, los alimentos conservarán su sabor y el contenido natural del sodio del alimento.
- Consume alimentos frescos, que no contengan alta cantidad de sodio como, por ejemplo, frutas o verduras.
- Reduce la cantidad de sal que utilizas para cocinar, y no tengas un salero en el comedor; de esta manera, las personas no extrañarán la sal en sus comidas.
- Disminuye el consumo de alimentos procesados y comidas rápidas e intenta escoger siempre los productos que contengan menor contenido de sodio (revisa las etiquetas nutricionales).
Si alguna vez has intentado estos pasos y ha sido difícil, ¡no te preocupes!, también puedes optar por la sal marina, debido a que su sabor es más fuerte, lo que te permitirá utilizar menos cantidad. Otra excelente opción es comprar sal baja en sodio, de esta manera, la cantidad de sodio que consumirás será menor a la normal.
Recuerda consultar siempre a tu médico o nutricionista de confianza, él te podrá guiar y recomendar la cantidad de sal que puedes incluir en tu dieta, así cuidarás tu salud.