Algunas personas realizan actividad física para mantener un buen estado de salud y otros, con fines estéticos, para mejorar su apariencia. Ambos propósitos son válidos, pero en el proceso, algunas veces se cometen errores que disminuyen los resultados exitosos y pueden ser perjudiciales para la salud.
Uno de los errores más frecuentes es la inadecuada o poca hidratación. “Estar bien hidratados contribuye a una salud óptima y a un adecuado rendimiento durante el ejercicio. Además de las pérdidas hídricas diarias habituales de las fuentes respiratoria, gástrica, renal y sudoríparas, los deportistas o quienes tienen actividad física, necesitan reponer las pérdidas por sudor”, asegura el médico deportólogo, César Arias.
Según el experto, cuando se ignora este factor aumenta el riesgo de tener una lesión muscular, fatigarse y sufrir desmayos. “La hidratación es necesaria, principalmente, para regular la temperatura corporal, y reponer los minerales y electrólitos que se pierden al aumentar el calor durante el entrenamiento”, explica el médico.
Por lo tanto, es importante comenzar el ejercicio con un adecuado estado de hidratación y, durante la actividad, beber los líquidos adecuados para limitar los déficits de agua y sales minerales. “Con el fin de prevenir o retrasar los efectos de la deshidratación durante el ejercicio, cada persona debería asegurarse de tener una ingesta adecuada de líquidos antes del entrenamiento. Diferentes estudios han considerado óptima una ingesta de entre cinco y diez mililitros por kilogramo de peso corporal de agua”, comenta el especialista.
La hidratación debe realizarse entre dos y cuatro horas antes del ejercicio. De esta forma, el sistema renal tendrá tiempo suficiente para regular el volumen de líquido corporal y conseguir estabilizar una óptima concentración de sustancias antes de empezar. El objetivo es prevenir o evitar los efectos perjudiciales de la deshidratación, durante la actividad posterior.
Por último, después del ejercicio, lo ideal es reponer por completo cualquier déficit de líquidos y electrolitos. En este caso, el médico deportólogo recomienda el consumo de comidas y refrescos de la dieta habitual, con un volumen suficiente de agua, para restablecer la hidratación, siempre que el alimento contenga suficiente sodio para reemplazar las pérdidas por sudor.