En Lazos delagente consultamos al médico veterinario Carlos Salvador Aguirre, especialista en mascotas. El docente de la Universidad Nacional, dijo que existen diferentes causas que logran hacer perder el apetito en los perros.
“Podría haber un centenar de causas, pero la más común es que tu mascota esté enferma. Por supuesto, la enfermedad puede ser, desde un malestar estomacal leve, hasta algo grave, como el cáncer. Además, puede haber razones de comportamiento detrás de la falta de hambre. Eso significa que tienes que ser muy hábil para ayudar a tu amigo de cuatro patas a recuperar el apetito”, asegura el doctor Aguirre.
Estas son las causas más comunes por las que un perro deja de comer:
Dolor de estómago leve:
Tu perro puede dejar de comer porque se siente mareado tras ingerir algo que le hizo daño. El veterinario podrá descartar la fuente del trastorno, desde alergias a los alimentos, hasta enfermedades inflamatorias del intestino.
Enfermedad grave:
Las enfermedades infecciosas, como la parvovirosis, o afecciones como la pancreatitis, pueden ser otras razones para que tu perro no coma. “La mascota podría, incluso, tener una enfermedad potencialmente mortal, como la dilatación gástrica, que hace que el estómago se retuerza para que no pase nada”, dice el veterinario.
El experto agrega, “cuando el perro está realmente enfermo, es probable que también vomite mucho, tenga diarrea o, incluso, tenga deposiciones con sangre, tos y estornudos”.
Se tragó algo:
Los perros comen de forma desenfrenada, por lo que a menudo terminan con juguetes o pelotas dentro de sus estómagos. “Si pasa todo, probablemente estará bien. Pero si tienes un perro que no come ni vomita, es posible que tenga una obstrucción en los intestinos. Entonces el veterinario tendrá que hacer un examen para ver qué se atascó, y probablemente, operará para sacarlo”, comenta el médico Aguirre.
Tiene dolor en sus muelas:
Las enfermedades dentales pueden causar problemas para comer. Los perros con problemas en sus dientes y muelas, no mastican bien y babean excesivamente. “Debes tener en cuenta que tu mascota puede estar interesado en la comida y olfatearla, pero le duele demasiado como para realmente morder y masticar”, manifiesta el experto.
 
 
				