Una de las estrategias fundamentales para lograr equilibrar las responsabilidades de ser madre, es la de establecer prioridades claras, debes identificar lo más importante en tu vida y ajustar tus expectativas para mantener un enfoque realista.
Organiza tu tiempo utilizando calendarios y rutinas diarias, e incluye momentos para ti misma para evitar el agotamiento, además, busca apoyo en tu red familiar y profesional, mantén una comunicación abierta con tu pareja, y considera la delegación de tareas y servicios externos para aligerar la carga.
El autocuidado es crucial para mantener un equilibrio saludable, dedica tiempo a actividades que te relajen y gestiona el estrés con técnicas como la meditación o el ejercicio. Si es posible, busca opciones laborales flexibles que se adapten a tus necesidades familiares y establece límites claros entre el trabajo y el tiempo en familia. La adaptabilidad es clave; a medida que cambian las necesidades de tu familia, ajusta tus estrategias y mantén la paciencia contigo misma durante este proceso continuo.
La Psicóloga Leticia Oviedo, enfatiza en “la vida moderna exige demasiado de todos nosotros. Ser productivos, mantenernos sanos y felices, tener relaciones satisfactorias y ser buenos padres y madres, estas demandas sociales pueden convertirse en una carga muy pesada, pues no siempre la vida marcha sobre ruedas, o tenemos la mejor disposición.
Ser madres o padres puede ser frustrante y agotador en muchos momentos, pero es algo de lo que casi no se habla. Se asume que la llegada de un hijo es algo natural, un evento feliz del cual siempre tendremos los frutos más dulces… pero no siempre esto ocurre o, al menos, no todo el tiempo. Las madres y los padres que trabajan, se ven obligados a definir prioridades, atendiendo a las demandas de su trabajo sin descuidar las necesidades de sus hijos”
Equilibrar las responsabilidades de ser madre requiere una combinación de organización y flexibilidad, debes aprovechar las herramientas digitales para planificar y gestionar tu tiempo de manera más efectiva, y establecer rutinas que ayuden a estructurar el día a día de manera que se adapten tanto a las necesidades de tu familia como a tus objetivos personales. Al mismo tiempo, es importante reconocer que no siempre será posible cumplir con todo a la perfección, la capacidad de adaptarse a las circunstancias cambiantes y de aceptar la ayuda de otros es esencial para mantener un equilibrio saludable entre las diferentes áreas de tu vida.
Fomentar un entorno de apoyo mutuo dentro del hogar puede hacer una gran diferencia. Involucra a todos los miembros de la familia en la gestión de las responsabilidades del hogar y busca soluciones que beneficien a todos. La colaboración y la comunicación abierta con tu pareja y otros seres queridos pueden aliviar gran parte del estrés asociado con la crianza y el manejo del hogar. No olvides también dedicar tiempo a tus propios intereses y bienestar, ya que cuidar de ti misma te permitirá estar mejor equipada para afrontar los desafíos diarios y disfrutar más plenamente de tu tiempo con la familia.
Todavía en muchas familias, el peso de la crianza y el cuidado recaía casi en su totalidad sobre la mujer, sin embargo, la realidad actual demanda una distribución más equitativa de estas responsabilidades. Para lograr esto, es crucial mantener una comunicación abierta y efectiva entre la pareja. Tanto madres como padres deben establecer claras prioridades no solo en situaciones de emergencia, sino especialmente para apoyar el desarrollo adecuado de sus hijos e hijas en el día a día.
