Por estos días los niños reciben tanta cantidad de obsequios que les cuesta trabajo concentrarse en uno solo, disfrutarlo y darle valor.
Debido a esto la psicóloga Stella Castañeda, de la Universidad Nacional, asegura que, «los niños necesitan regalos de calidad y no de cantidad. Cuando los niños reciben muchos detalles al tiempo, se saturan y se sobre estimulan. Esto conlleva a que sean dispersos y no se enfoquen en un solo objeto, adicionalmente no lograrán valorar cada regalo en su dimensión adecuada, ocasionándole un inconformismo a lo largo de su vida».
En efecto, la especialista asegura que, si los padres no corrigen estas conductas a tiempo, las consecuencias se pueden manifestar en cambios de comportamiento del menor. «Tener tantas cosas los vuelve personas autoritarias, poco resilientes y con poca tolerancia a la frustración. Por otra parte, debemos educar a los niños para que no siempre esperen juguetes como regalos. Se les puede dar ropa, libros, algo que deseen o algo que necesiten. Los mejores regalos para los niños son los que estimulen su imaginación, aquellos que sirvan para su educación y les ayude a desarrollar sus habilidades», agrega la doctora Castañeda.
A la hora de comprar un regalo hay que tener en cuenta qué es lo que el niño desea, qué es lo que el pequeño necesita y qué juguete va a despertar sus habilidades cognitivas, sociales o motrices.
Tenga en cuenta que…
- No por recibir más regalos, el niño va a ser más feliz.
- El exceso va en contra de la fantasía y la imaginación e incluso puede generar aburrimiento.
- Su capacidad de disfrutar se bloquea y, en ocasiones, sólo es capaz de valorar el número de juguetes y no las cualidades que puedan tener los mismos.
- Los niños han de tomar conciencia de que no se puede tener todo, y que las cosas cuestan y merecen un esfuerzo.
- Cuando se dispone de mucho, se corre el peligro de que las cosas dejen de ser valiosas.
- Al darles todo lo que piden, se vuelven inmaduros, insaciables e insatisfechos.
- A la larga, se convertirán en adultos insatisfechos con baja tolerancia a la frustración.
- La ausencia de un regalo determinado no les crea ningún trauma ni problema psicológico.