Compartir el día a día con un perro, un gato o incluso un ave, genera una conexión emocional que reduce el estrés, la ansiedad y la depresión. Estudios han demostrado que acariciar a mascotas libera oxitocina, la «hormona del amor», ayudando a mejorar el estado de ánimo y fortaleciendo el vínculo entre humanos y animales.
Además del bienestar emocional, las mascotas contribuyen al bienestar físico de sus dueños. Los perros, por ejemplo, fomentan un estilo de vida activo al requerir paseos diarios, lo que mejora la salud cardiovascular, ayuda a mantener un peso saludable y aumenta los niveles de energía. Incluso actividades simples, como jugar con un gato o cuidar a un pez, pueden ser terapéuticas y mejorar la rutina diaria.
El contacto con animales también tiene beneficios sociales, las personas que pasean a sus perros o asisten a eventos relacionados con mascotas tienden a interactuar más con otras personas, creando conexiones y reduciendo la sensación de aislamiento; las mascotas actúan como facilitadores sociales, fomentando las relaciones interpersonales y la integración en comunidades.
En el caso de niños y personas mayores, las mascotas juegan un papel aún más especial, en los niños, promueven la responsabilidad y la empatía, mientras que en los adultos mayores, ofrecen compañía y propósito, ayudando a combatir la soledad; además, convivir con animales desde una edad temprana puede fortalecer el sistema inmunológico de los más pequeños y reducir el riesgo de alergias.
En conclusión, las mascotas son mucho más que compañeros; son aliados en la mejora de la calidad de vida. Aportan beneficios que van desde la salud mental y física hasta el fortalecimiento de relaciones sociales. Adoptar o cuidar de una mascota no solo transforma su vida, sino también la tuya.
Te puede interesar: Como elegir la mascota adecuada para tu estilo de vida